El Teatro del Libertador General San Martín vuelve a lucir en todo su esplendor tras la restauración que enaltece cada una de sus virtudes, respetando sus detalles históricos y patrimoniales como fueron pensados a fines del siglo XIX y dotándolo además de la tecnología que poseen grandes salas del mundo. El equipo de restauración artística estuvo a cargo de la reconocida restauradora Cristina Lancellotti. Bajo su mirada se realizó la intervención integral para recuperar la estética y la estructura del Teatro y conservar las pinturas que allí se encuentran, incluyendo los trabajos de recuperación del cielorraso. En cuanto a la puesta en valor y actualización tecnológica, se suma una nueva parrilla metálica que se ve sobresaliendo por el techo, para hacer de soporte a la parrilla antigua, y poder conservarla y mantenerla en uso. Esta tecnología es de última generación, digitalizada y es usada en los principales teatros del mundo. La parrilla antigua es Patrimonio único en Argentina y casi en el mundo, y es por esto que la UNESCO está trabajando para reconocerla como tal.
Cuando se encaró la restauración integral del Teatro del Libertador el grupo de restauradores que se encargó de inventariar los objetos originales del Teatro encontró el Telón de Fantasía que supo engalanar el escenario en su apertura en 1891. El telón de 8,30 metros de alto por 12,60 metros de ancho, ilustrado por figuras que representan la Patria, la Libertad, la Justicia y el Conocimiento, así como rostros de próceres de la historia del país y del mundo, fue restaurado hilo por hilo y pincelada por pincelada para que los cordobeses hoy podamos verlo en completo esplendor.
Las butacas y sillas de los distintos niveles también se han restaurado y retapizado para lucir como nuevas, siempre respetando la idea original. Las sillas de madera fueron intervenidas para reparar fisuras y faltantes, con el mismo material original, para respetar su tono oscuro y su calidad. Las 369 butacas de hierro dorado que engalanan la platea, también renovaron su tapizado, recuperando así su belleza original y adoptando la característica de ser ignífugas, aspecto fundamental en los estándares actuales de seguridad exigidos.
Por último, en cuanto a la tecnología incorporada para poner a nuestro coliseo a la altura de los mejores y más acondicionados el mundo, más allá de la recuperación de la parrilla original de madera fueron recuperados los camarines traseros y la fosa de los músicos para brindar a los artistas las mejores condiciones para desarrollar sus habilidades.
