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PROGRAMA ENTORNO LABORAL SALUDABLE

Trato adecuado y vínculos respetuosos

Escucha activa

Propiciar y habitar espacios cotidianos en los que se hagan presentes el trato adecuado y el respeto, requiere que centremos nuestra atención en una serie de herramientas que nos permitan hacer foco en las relaciones interpersonales y en la convivencia. Una de ellas, es la escucha activa.

¿Cuál es su importancia en nuestras relaciones?

La escucha, al igual que la pregunta, promueve un dialogo genuino desde el momento que nos predispone a comprender a la persona con la que estamos en interacción. En ese sentido, previene conflictos y facilita darles una solución cuando los mismos se hacen presentes.

El arte de escuchar se aprende y se puede mejorar. Al tratarse de una actividad que realizamos de manera natural, solemos llevarla a cabo sin prestarle la atención necesaria, por lo que este proceso de aprendizaje requiere dedicación, entrenamiento y esfuerzo de concentración.

¿Qué necesitamos para realizar una escucha activa?

Tiempo y disponibilidad
Interés
Comprensión del mensaje
Atención y prudencia

Pautas para escuchar de manera activa

Generar un ambiente cómodo y confiable para la conversación.
Centrar la atención en la persona que habla y no en vos mismo/a.
Dejar de lado posibles preocupaciones.
Demostrar predisposición a la escucha.
Disponer de tiempo.
Tener paciencia para la conversación (respetar los silencios y pausas de la otra persona, ya que los puede considerar necesarios para seguir el relato).
Demostrar empatía con la persona (no juzgar).
Evitar interrumpir.
Validar lo que la persona está diciendo: comprender la situación no es lo mismo que estar de acuerdo.
Asentir y dejar ver que se comprende el mensaje.
Registrar las emociones propias durante el diálogo.
Evitar dar opiniones anticipadas ni supuestas soluciones al problema.
Resumir al final del relato: de este modo se demuestra a la persona que ha sido escuchada.
Preguntar si algo no se entendió.
Considerar las preguntas como una forma de ampliar información.
Prestar atención al lenguaje corporal y al tono de voz utilizado en la comunicación.

¿Qué debemos evitar?

Prejuicios (sobre la persona, temas de conversación, etc.).
Adelantarse al relato, suponiendo lo que la otra persona va a decir.
Interrumpir a quien habla.
Pensar una respuesta mientras la otra persona habla.
Sacar conclusiones mientras escucho.
Ser protagonista de la conversación.
Evaluar la veracidad de los dichos de la otra persona.

Prepararnos para escuchar

Algunas preguntas a tener en cuenta para una mejor concentración:

¿Es el lugar adecuado? ¿Es el momento? ¿Dispongo de tiempo? ¿Es el ambiente confiable y de reserva? ¿Dispongo de interés? ¿Existe una necesidad de respuesta inmediata? ¿Cuento con información previa?

Cómo me encuentro en este momento: ¿cuáles son mis emociones? ¿Qué estoy pensando al respecto de este diálogo?

En resumen, la escucha activa facilita la construcción de espacios cotidianos respetuosos en diferentes ámbitos como el laboral. Aprender a escuchar resulta clave para generar diálogos constructivos y colaborativos.

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