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Alfajores Elmira Castro, seis generaciones de una familia que produce dulzura

  • El Ministerio de Industria, Comercio y Minería reconoció a esta Pyme de Villa Cura Brochero en la entrega de Premios al Comercio Manuel Belgrano.
  • Obtuvo el primer premio en la categoría “Comercio con Trayectoria Interior”.
  • Fue fundada en 1900 por Rita Castro de Soria y hasta el presente ha sido dirigida por mujeres emprendedoras.

Uno de los productos típicos de Traslasierra son los alfajores Elmira Castro, famosos en Córdoba y que ocupan góndolas de diversos comercios de otras provincias argentinas e, incluso, países. 

La empresa que los fabrica, Alfajores Elmira Castro, de Villa Cura Brochero, fue reconocida el 3 de diciembre con el primer premio en la categoría “Comercio con Trayectoria Interior” durante la entrega de los Premios al Comercio Manuel Belgrano 2020, organizados por la Secretaría de Comercio del Ministerio de Industria, Comercio y Minería de Córdoba. Recibió certificado y distinción de manos del ministro Eduardo Accastello.

Esta categoría es para comercios del interior provincial con, al menos, 45 años de antigüedad. Valora su trayectoria y la cantidad de generaciones que trabajaron.   

La dueña de esta Pyme cordobesa, Rita Soria, dijo: “Nos comentaron sobre el concurso y decidimos participar; en octubre presentamos la documentación requerida, fotos y la historia de los alfajores; después nos notificaron de que habíamos sido seleccionados y nos premiarían, pero recién en el acto supimos que habíamos obtenido el primer puesto; fue emocionante y nos llena de satisfacción y orgullo”.

Este alfajor es de tipo gourmet, elaborado artesanalmente. Lleva el sello de Marca País por decreto del Ministerio de Turismo de la Nación. 

“Somos los únicos alfajoreros con Marca País, representamos a Córdoba y a Argentina, nos reconocen como los más antiguos de los cinco valles cordobeses y el chef Germán Martitegui visitó nuestra fábrica”, destacó Soria, quinta generación de la empresa. 

Entre las distinciones, resultó elegido como el mejor alfajor cordobés en la Fiesta Nacional del Alfajor (La Falda), en las ediciones 2017 por la variedad dulce de higo, y 2018 y 2019 por la variedad dulce de leche.

En agosto de 2019 el emprendimiento fue reconocido por la Legislatura de Córdoba.

“Tenemos una historia muy linda de mujeres empoderadas y empresarias que obtuvimos muchos logros”, agregó. 

Pyme familiar

Alfajores Elmira Castro es una Pyme familiar. Seis generaciones (cinco de ellas, mujeres) vienen trabajando en la fabricación de productos alimenticios. Actualmente, continúa el legado Lucas Peralta Soria, sexta generación e hijo de Rita Soria.

La casa central se encuentra en calle 26 de Enero 104, de Villa Cura Brochero. En verano hasta 10 empleadas producen alfajores y otros alimentos. Tiene sucursales en Nono y Mina Clavero. Además, hay negocios de reventa en Córdoba capital, La Plata, Bariloche, Caballito y Junín.

“La receta se transmitió de generación en generación desde que la trajo mi tatarabuela, Rita Rosario Recalde de Recalde, con la misma fórmula”, expresó la dueña.

En sus distintas variedades (higo, membrillo, durazno, dulce de leche y chocolate), la producción normal de alfajores ronda entre 400 y 500 docenas diarias. Pero fluctúa: al ser Villa Cura Brochero zona turística, la demanda crece en verano y desciende en invierno.

Los ingredientes del alfajor son: huevo marrón grande, azúcar, harina y grasa de cerdo. “Su sabor es particular; la masa es muy suave, distinta al resto, no lleva vainilla ni colorante ni conservante; seguimos la misma receta de mi abuela, con el horno de barro de 120 años que ella usaba”, ponderó Soria.

Toda la tarea es manual, como antaño. No se usan máquinas. Las mujeres elaboran la masa, la dejan reposar un día, se arman bollos, se estiran con palo de escoba, se cortan con latas de picadillo a modo de moldes, se colocan tapas en las latas y se cocinan en el horno tres o cuatro minutos. Luego se rellenan a cuchillo, se glasean con almíbar (excepto los bañados en chocolate) y, al secarse, se les coloca el envoltorio.

Para hornear, la Pyme utiliza leña de tintitaco, traída desde San Luis. “Es más resistente, genera brasas óptimas y mantiene el calor durante más tiempo para que la cocción resulte ideal”, resaltó.

Según Soria, “el alfajor es muy buscado por gente de Buenos Aires, y también por cordobeses, santafesinos y mendocinos”.

Aunque el punto fuerte son los alfajores, la Pyme también fabrica dulces caseros, conitos de chocolate y pan dulce.

Dificultades

La pandemia de Covid-19 afectó a la Pyme, que estuvo varios meses sin producción. “En abril donamos 600 docenas de alfajores a iglesias, comedores y la Policía, porque no podíamos venderlos”, recordó Soria.

En junio, la empresa trabajó con un pedido acotado para Junín. En julio ocurrió algo similar. En octubre la fábrica repuntó, aunque lejos de su nivel habitual. La producción se recuperó a pleno los fines de semana largos de noviembre y diciembre habilitados para circular en la provincia de Córdoba.

La dueña de la firma destacó al Ministerio de Industria, Comercio y Minería: “Es la primera vez que hay acciones para favorecer a emprendedores con el programa Hecho en Córdoba; es importante ver productos con el sello cordobés en supermercados y comercios, incluso de otras provincias; cuesta mucho darlos a conocer afuera y este programa ayudó”.

Historia

En 1770, Rita Rosario Recalde de Recalde trajo la receta de los alfajores desde País Vasco a Mogigasta (departamento Pocho). Su hija, Rita Recalde de Castro aprendió a hacerlos y, tiempo después, le enseñó la fórmula a Rita Castro de Soria, tercera generación de la familia. La receta fue asimilada también por Ana Dioca de Soria (hija de Rita Castro) y ella instruyó a la actual dueña de la fábrica, Rita Soria. 

Desde pequeña, Rita Castro de Soria fabricaba los alfajores y con su padre los vendía para mantener a sus hermanos. El 11 de marzo de 1900 fundó la empresa y los elaboró con ayuda de sus hermanas Elmira y Neofita. Hasta 1930 se conocieron como Las Tres Hermanas o Mamá Rita.

Cuando Neofita decidió elaborar sus propios alfajores en Mina Clavero, Rita Castro de Soria dio el nombre a la empresa Alfajores Elmira Castro en homenaje a su hermana menor, que se levantaba de madrugada a encender el horno.