Cada 13 de febrero, se conmemora el Día Internacional del Preservativo, una oportunidad para pensar los vínculos y la salud a través del cuidado a uno mismo y a las demás personas en las prácticas sexuales.
El preservativo es el método más efectivo para la prevención del VIH, la sífilis, las hepatitis y otras infecciones de transmisión sexual –ITS- y de embarazos no intencionales.
Si se utiliza siempre y de manera correcta en todas las prácticas sexuales orales, vaginales y anales alcanza una efectividad del 97 por ciento.
Su uso es un derecho de todas las personas, ya que es una protección fundamental.
El acceso a preservativos es gratuito y la Provincia cuenta con una red de más de 300 espacios de entrega que trabajan bajo la consigna de “oferta activa” a todas las personas, para que incorporen este método de barrera.
Entre estos puntos, se encuentran los centros del primer nivel de atención, tanto provinciales como municipales; hospitales del interior y capital; Centros de Participación Comunitaria; organizaciones de la sociedad civil; centros de salud sexual y reproductiva; grupos que trabajan con la Dirección de Adolescencias, Juventudes y Adulteces; centros penitenciarios y algunos establecimientos educativos.
Se pueden retirar a partir de los 13 años de edad, sin necesidad del acompañamiento de una persona adulta.
La gestión y distribución de este insumo está a cargo del Programa Provincial de VIH, ITS y Hepatitis Virales del Ministerio de Salud, con sede en la planta baja del Hospital Rawson (Bajada Pucará 2025).
Para más información, tanto para la comunidad como los equipos de salud, se atiende de lunes a jueves de 8 a 14 horas y viernes de 8 a 13 horas; o bien, se pueden comunicar al (351) 4338919 o enviar un correo electrónico a programaprovinicalvihcordoba@gmail.com
Preservativos vaginales
Además, la Provincia se encuentra en proceso de implementación de la oferta de preservativos vaginales.
Este insumo forma parte de las denominadas estrategias de Prevención Combinada (PC), un enfoque de salud integral centrado en las personas para dar respuesta al VIH y otras ITS.
La estrategia se propone garantizar servicios adaptados a las necesidades de cada persona, acompañando las decisiones autónomas sobre la sexualidad, el disfrute y los cuidados.