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PROGRAMA ENTORNO LABORAL SALUDABLE

Prevención para cultivar tu salud​

El sueño, una necesidad primaria

Una de las actividades de mayor relevancia para el funcionamiento óptimo del organismo es dormir, ya que nos permite restaurar y reorganizar las funciones psicológicas y físicas durante el día.

Incorporar y mantener una buena higiene de sueño, entendida como un conjunto de prácticas necesarias para dormir bien, favorece al buen descanso, lo que redunda, también, en una mayor concentración, lucidez y agilidad a la hora de trabajar.

Así, cuando hablamos de conciliar el sueño por la noche no es solo una cuestión de cantidad, sino también de calidad; porque dormir no es lo mismo de descansar.

Higiene del sueño para adultos, según la World Sleep Society

  • Es muy importante, en los posible, fijar un horario regular para ir a dormir y despertar. Esto permite a tu organismo dar comienzo a los procesos que desencadenan el sueño con antelación, además de ayudarte a optimizar el reloj interno y, por tanto, la calidad del sueño.
  • Si tenés la costumbre de tomar siestas, intentá no exceder los 45 minutos de sueño diurno.
  • Evitá la ingesta excesiva de alcohol 4 horas antes de acostarte e intentá no fumar.
  • Dejá de lado el uso del celular, tablet y computadora antes de dormir. La luz brillante de estos dispositivos interfiere en la conciliación del sueño, por lo que es preferible dejarlos de lado a última hora de la tarde.
  • Obviá la cafeína 6 horas antes de acostarte. Esto incluye café, té, mate y muchas gaseosas, así como chocolate.
  • Elegí cenas livianas, pero tampoco te vayas a dormir con hambre porque puede provocar que te despiertes durante la noche en busca de alimento.
  • Si estás tomando medicación, hay que tener en cuenta que algunos medicamentos pueden producir insomnio. Si sentís que esto ocurre, consultá con tu médico a fin de que te indique si es necesario modificar el horario de administración.
  • Procurá hacer ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarte.
  • Intentá usar ropa de cama cómoda y acogedora.
  • Encontrá una configuración de temperatura de sueño cómoda y mantené la habitación bien ventilada para aprovechar al máximo el descanso durante la noche, es aconsejable que duermas sobre un colchón cómodo, con una almohada adecuada porque contribuirá al cuidado de tu postura.
  • Despejá la cabeza: el estrés, las preocupaciones o el enojo por algo que haya ocurrido durante el día pueden interrumpir tu sueño. Si te ocurre esto, debés tomarte un tiempo lejos de la cama para relajar.
  • Bloqueá todo el ruido que distrae y eliminá la mayor cantidad de luz posible.
  • Reservá tu cama para dormir, y evitá su uso para el trabajo o la recreación general.
  • Si en alguna ocasión no lográs conciliar el sueño, levantate y realizá una actividad que te induzca al sueño, como alguna técnica de relajación o la lectura de un libro. Es mejor que no te quedes en la cama, dado que el paso del tiempo puede aumentar tu ansiedad.
  • Podés realizar un ritual antes de acostarte que incluya conductas relajantes como escuchar música tranquila, lavarte los dientes, tomar una ducha calentita, etc.
  • Es muy importante evitar ver la hora en la noche. Resulta de gran ayuda el uso adecuado del reloj despertador, el cual se debe programar a la hora deseada y lejos de la vista para procurar mirarlo solamente cuando suene.

Dormir es una función fundamental para los seres humanos que ocupa la tercera parte de nuestras vidas. Además, tener un descanso adecuado reduce las tasas de enfermedades crónico-degenerativas y lo contrario abre la puerta a estos trastornos y otras repercusiones para la salud.

Entre los factores que afectan la consolidación del sueño con mayor frecuencia se encuentran la edad, el consumo de sustancias, el estilo de vida y diversos aspectos psicosociales. No atender de manera oportuna algún problema del sueño puede desencadenar en un trastorno que no resulte fácil de tratar y en déficits en el funcionamiento cotidiano en diversas áreas tales como el trabajo, la escuela, el tránsito o la salud. La higiene del sueño se presenta como una alternativa de prevención y tratamiento a diversos problemas del sueño y la calidad de vida.

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