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Prevención para cultivar tu salud
¿Qué hay detrás de los trastornos de la conducta alimentaria?
El 30 de noviembre es el Día Internacional de la Lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), que se identifica bajo el símbolo de un lazo azul. Esta fecha, instituida hace años, pretende visibilizar la importancia de la prevención y detección precoz de estas alteraciones alimentarias y erradicar la estigmatización y el exceso de juicios sociales que, de forma frecuente, rodean a este tipo de enfermedades.
¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)?
Los TCA son comportamientos alterados, no saludables y persistentes, de consumo de alimentos. Es decir, cada vez que una persona se sienta a comer, hay una conducta alimentaria que está fuera de lo normal, ya sea porque el consumo de lo que ingiere es excesivo, o porque no hay prácticamente consumo de ellos.
Estos patrones de alimentación no saludables, están asociados a múltiples factores emocionales, aspectos psicológicos, culturales, biológicos, entre otros, que se combinan de diferente modo en la experiencia de cada persona y dan lugar a diferentes TCA. Ante su persistencia a lo largo del tiempo, todo el organismo se ve afectado desarrollándose otro tipo de enfermedades o deterioros cognitivos, funcionales u orgánicos.
¿Cuáles son sus principales clasificaciones?
Las principales clasificaciones internacionales sobre estos trastornos alimentarios y la ingestión de alimentos incluyen
- PICA: ingerir sustancias no nutritivas, sustancias no alimentarias (lo consumido no es alimento y además es inapropiado para el desarrollo del individuo) como cabellos, papel o tiza, entre otros.
- Trastorno de rumiación: regurgitación repetida de alimentos durante un periodo mínimo de un mes. Los alimentos regurgitados se pueden volver a masticar, a tragar o se escupen.
- Trastorno de evitación / restricción de la ingestión de alimentos.
- Anorexia nerviosa.
- Bulimia nerviosa.
- Trastorno por atracón.
- Trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos no especificados.
¿Cuáles son sus principales características?
El aspecto más llamativo es que son entidades clínicas cada vez más frecuentes, de hecho, las cifras en Argentina de estos trastornos son alarmantes y van cada vez más en aumento. Por ello, es necesario conocer de qué se trata para poder ayudar.
Como mencionamos arriba, debido a su complejidad y a sus causas multifactoriales, un solo profesional no los puede abordar, sino que es muy necesario que un equipo interdisciplinario compuesto por médicos, psicólogos, psiquiatras, nutricionistas, profesionales en trabajo social, entre otros.
Si bien es importante recalcar que estas enfermedades no discriminan entre sexo, edad, o situación socioeconómica, afectan fundamentalmente a mujeres con una relación de aproximadamente 10 a 1 con respecto a los hombres. Asimismo, frecuentemente, tienen su inicio en la adolescencia.
En cuanto a aspectos de la persona en particular, se puede mencionar que se tiene una severa alteración de la imagen de sí misma.
La evolución de estos trastornos, en general es crónica y, si no media un tratamiento adecuado, existe un grave riesgo de vida. Es importante recordar que su tratamiento y cura tiene que ver con abordar las capacidades de salud de quienes los padecen y su entorno, sea familiar y comunitario. Pero también tiene gran presencia lo social, lo cultural, la valoración que las sociedades hacen sobre la imagen física y sus significados. Por ello la prevención requiere de que nos involucremos todas y todos en conjunto. Es necesario que como sociedad podamos repensarnos para dejar de enfermarnos.
