Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility
Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
Generic selectors
Exact matches only
Search in title
Search in content
Post Type Selectors
PROGRAMA ENTORNO LABORAL SALUDABLE

Alimentación saludable

Alimentación adecuada en el trabajo

Nuestra calidad de vida depende, en gran medida, del tipo de alimentación que tengamos: según qué comamos estaremos aportando, o no, los nutrientes requeridos para que nuestro organismo funcione de manera apropiada.

Por consiguiente, una inadecuada elección de los alimentos que vayamos a ingerir podrá impactar en nuestra salud, generarnos cansancio físico o mental, falta de motivación u otros síntomas, con el consiguiente ausentismo laboral.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT)[i], la alimentación condiciona —junto con otros componentes— el desarrollo físico, la salud y la productividad de las personas.

Hoy, en el marco de la pandemia que produjo modificaciones en las maneras en que el trabajo se desarrolla—muchas de las cuales han venido para quedarse— muchas personas, cuyo servicio se puede seguir prestando de manera remota, están haciendo home office.  Si es tu caso, te dejamos estos consejos alimentarios para implementar en tu casa, que van a contribuir a tu salud en general. Y si estás trabajando desde la oficina, igualmente, podés adaptarlos, para tu día a día. 

  • Realizá las cuatro comidas diarias (desayuno, almuerzo, merienda y cena). Solo si tenés hambre, agregá alguna colación. Aunque estés con mucho trabajo y sientas que no vas a poder terminarlo, tomate el tiempo para comer. Aprovechá, además, para hacer un recreo en el momento de la comida y juntar fuerzas para seguir.
  • Tené a mano siempre una botellita de agua. Está comprobado que con una, a mano, se toma más líquido que cuando no la tenemos. También te permite dimensionar la cantidad de agua que ingerís a diario.
  • Disponé de frutas frescas para consumir hasta tres unidades diarias. Podés ponerlas cortadas en un plato, para que te den más ganas de comerlas, que si solo están enteras. Reemplazá con frutas las galletitas u otros snacks no saludables.
  • Alejate de la computadora y el celular, en el momento de comer. Es importante que estés en un entorno relajado para que puedas lograr la atención plena respecto a lo que estás comiendo.
  • No abras la heladera o la alacena, si sentís ansiedad, porque seguramente te vas a tentar y vas a terminar ingiriendo alimentos que no necesitás. Es mejor salir a dar una vuelta por la casa, por el patio, tomar aire y prepararse unos mates, por ejemplo, para recobrar la tranquilidad.
  • Si desayunás o merendás con galletas o snacks saludables, servite, por adelantado, la porción que vas a comer y guardá lo restante. Está comprobado que si dejamos el paquete cerca, no calculamos la cantidad y terminamos comiendo más de lo que nuestro organismo necesita. En este, como en otros casos, es mejor no poner en juego la voluntad.

[i] Organización Internacional del Trabajo. Alimentación Sana. [Internet]. 2018 [citado 2019 Oct 28]. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/factsheets/detail/healthy-diet

Artículos relacionados