En los momentos en que sientas que estás perdiendo la calma, respirá lento y profundo, o simplemente llevá la atención a tu respiración.
Ser consciente de tu respiración te ayudará a centrarte nuevamente.
Cuando sientas que lo necesites, sentate en una posición cómoda y cerrá tus ojos. Inhalá lentamente contando hasta 6, contené la respiración contando hasta 4 y exhalá lentamente contando nuevamente hasta 6.